Luis Gallo es un fotógrafo español que siempre ha estado muy conectado con el mundillo del skate, primero en Burgos y luego en Madrid. También mantiene estrechas relaciones con BD Skate Company, que puede que conozcas gracias al vídeo “Skateboarding Saved My Life”.
Fue parte del equipo y realizó este verano las fotografías en Múnich en el Red Bull Roller Coaster. Hemos hablado con él para que nos explique cómo fue su transición al pasar de skater a fotógrafo profesional. Una actividad con un alto índice de desgaste y una feroz competencia.

Estos son los pormenores de su camino personal que ha sido una auténtica montaña rusa.
Empecemos por el principio, ¿cómo comenzaste a patinar?
Tenía 10 años cuando le regalaron a mi vecino un monopatín por su primera comunión. Empezó a ir a jugar al baloncesto con él, así que yo les pedí uno a mis padres y, por supuesto, fue uno de una tienda de Decathlon. Sí, ¡mi primer patín fue de Decathlon!
Cuando acabé el instituto me fui a vivir a Burgos donde conocí a los skaters locales. Allí empecé a usar tablas DaSouza, que entonces eran las mejores de mi ciudad.
Todo el mundo quería esos monopatines, que se hicieron muy famosos.
Poco después se abrió en la ciudad la primera tienda de skate, Wallride, donde nos reuníamos los fines de semana antes de salir a patinar.
Una vez que acabé el tema de mis estudios, que me llevó más tiempo de lo que esperaba, llegó el momento de pensar qué es lo que quería hacer en el futuro
Fue entonces cuando decidí irme a vivir a Móstoles, Madrid.

¿Cómo pasaste de patinar a convertirte en fotógrafo?
Empecé a hacer fotos, por supuesto de skate, en 2008 con una Nikon D80… Sí, salté de forma directa al formato digital.
Mi tío tenía una buena cámara Ricoh de carretes que yo quería usar para hacer fotos de skate pero nunca me dejó utilizarla.
En aquella época yo tenía un par de objetivos y un adaptador para un gran angular que produce un efecto muy conocido en la fotografía de skate.
Todo lo que tenía se lo había comprado a un skater local que me animó a adentrarme en la fotografía… ¡Gracias, Porty! Me diste un gran consejo.

Tan pronto como me metí más en esto, vendí mi primera cámara a un amigo y compré una Nikon D300.
Vivía en Móstoles y estudiaba un programa avanzado en estudios de la imagen. Decidí pasarme a Canon y le regalé mi viejo equipo a mi hermana mayor. Así fue como empecé a emplear full frame. No me lo podía creer, siete años antes nunca habría creído que mi vida iba a girar en torno a la fotografía… pero nunca se sabe.
La vida te sorprende, a veces para bien y a veces para mal.
Acabé con mención honorífica y notas de sobresaliente, lo que me empujó a hacer prácticas en Londres. Me metí en fotografía de moda y de publicidad. Por desgracia tuve que dejar el skate debido a la gran carga de trabajo. Me costaba mucho tener tiempo libre para poder patinar, ¡pero fui el primero en patinar en la House of Vans!
¿Cuál es la mayor lección que has aprendido en el mundo de la fotografía?
Nunca debes perder de vista tu equipo cuando viajas por España. Antes de salir de casa comprueba que tu cámara tiene tarjeta de memoria y que llevas unas cuantas de repuesto.
Hablando de equipo, ¿qué es lo que tienes en este momento?
En la actualidad trabajo con una Canon 5D MarkIV, una Canon M5, una Canon AE1 de carretes, varios objetivos, luces Elinchrom y algunos accesorios. Todo lo llevo en mochilas F-stop.

¿Qué planes tienes ahora?
Bueno, ahora que regreso a casa en Austria es hora de cambiar la tabla de skate por la de snowboard.
A finales de noviembre iré a Dubai donde impartiré clases en la segunda Red Bull Photography Academy.
¿Qué te gustaría decir para terminar?
Quisiera dar las gracias a la comunidad del skate por hacernos pasar un rato fantástico allí donde vamos. Quiero agradecer el apoyo de mi familia y amigos que han hecho posible que recorra todo este camino desde que empecé a patinar. Gracias a Vikma, Juay, Los Faveleros, Toño, Porty y BD Family.
Nos vemos. ¡Paz!